
La reconstrucción de la mama tras su extirpación por cáncer de mama u otra enfermedad (mastectomía) es uno de los procedimientos quirúrgicos actuales dentro de la cirugía plástica más gratificantes para la paciente.
El desarrollo de nuevas técnicas y materiales médicos posibilitan al cirujano plástico crear una mama similar en forma, textura y características a la mama no operada.
La reconstrucción mamaria tiene como fin:
- Rellenar el hueco y la deformidad que queda en el tórax, creando una mama de aspecto natural, incluyendo, la areola y el pezón, simétrica a la otra mama.
- Eliminar la necesidad de llevar prótesis de relleno.
- Restaurar la imagen corporal, mejorar la calidad de vida y ayudar a dejar atrás el episodio del cáncer de mama.
¿Quién y cuándo puede hacerlo?
Casi todas las mujeres mastectomizadas pueden, desde el punto de vista médico, considerarse candidatas para reconstruirse la mama, la mayoría de ellas en el mismo momento de la mastectomía.
La candidata óptima para reconstrucción es aquella mujer a la que se le puede eliminar completamente el tumor durante la mastectomía y no precisará tratamiento complementario de quimioterapia y radioterapia.
Cuando la mama se reconstruye a la vez que se realiza la mastectomía (técnica denominada reconstrucción inmediata), la paciente se despierta de la intervención con un contorno mamario adecuado, evitando la experiencia de verse con la mama amputada; el beneficio psicológico de esta técnica es claro.
En algunos casos, sin embargo, la reconstrucción puede o debe postponerse (técnica denominada reconstrucción diferida).
Técnicas de reconstrucción mamaria
Tan pronto como una mujer es diagnosticada de cáncer de mama, ésta debe informarse sobre las posibilidades de reconstrucción. El cirujano que realiza la mastectomía, el oncólogo y el cirujano plástico deben coordinarse para desarrollar una estrategia encaminada a lograr el mejor resultado posible.
El cirujano plástico es el especialista, que por su formación (especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) posee los recursos técnicos y estéticos adecuados para reconstruir una mama con un aspecto natural.
La reconstrucción mamaria está incluida dentro del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social, siempre y cuando ese hospital posea un equipo de cirugía plástica. La mayoría de los seguros privados también incluyen este tipo de intervención dentro de su catálogo de servicios.
Técnicas de expansión cutánea
Es la más empleada y consiste en estirar la piel de la mama que se ha extirpado y, posteriormente, colocar una prótesis.
Después de la mastectomía, el cirujano plástico coloca un expansor debajo de la piel y músculos del pecho. A través de un mecanismo de válvula enterrado bajo la piel, se introduce una solución de suero salino una vez a la semana, durante varias semanas, hasta rellenarlo. Una vez que la piel de la región del pecho ha dado de sí lo suficiente, se retira y se sustituye por una prótesis mamaria de silicona definitiva. Existen determinados expansores que están diseñados de tal manera que permiten ser mantenidos como implantes definitivos.
Ambas intervenciones se realizan bajo anestesia general, con una estancia hospitalaria breve, entre 24 y 72 horas.
Si la otra mama es demasiado grande, demasiado pequeña o está muy caída, puede ser necesario reducirla, aumentarla o elevarla, o vaciarla y reconstruirla a la vez que se reconstruye la otra, para conseguir un resultado simétrico. El pezón y la piel de alrededor (areola) se reconstruyen después, mediante anestesia local y sin ingreso.
Las prótesis empleadas en este tipo de reconstrucción tienen el exterior de elastómero de silicona y el interior de gel de silicona médica. Tiene dos posibles formas anatómica (la más utilizada en reconstrucción) y redonda. No se ha demostrado ninguna relación entre el cáncer de mama y el empleo de prótesis mamarias; tampoco se ha demostrado una relación clara con enfermedades autoinmunes y reumatológicas, aunque no se deben colocar en pacientes con familia con enfermedades reumatológicas graves (artritis reumatoide, esclerodermia, lupus eritematoso). Su utilización está aprobada en todos los países Europeos.