La fisura anal es un trastorno frecuente, en el que se produce un desgarro en el anodermo (porción más superficial del canal anal) lo cual condiciona una clínica de dolor anal, con posible sangrado a ese nivel.
Cuando el tratamiento conservador falla, puede ser necesario realizar un tratamiento quirúrgico de la fisura.
La esfinterotomía lateral interna (ELI) es el tratamiento clásico para la fisura anal, y consiste en realizar una sección parcial y controlada del esfínter anal interno.
Sin embargo, en ocasiones esta cirugía puede no estar indicada, sobre todo cuando existan antecedentes o riesgo de incontinencia, por lo que es preciso buscar alternativas de tratamiento en estos pacientes.
El tratamiento de la fisura anal mediante la inyección de toxina botulínica (TC) constituye una alternativa de tratamiento principalmente en pacientes con riesgo de incontinencia o con lesiones presentes del aparato esfinteriano.
Se trata de inyectar una solución de TB en el esfínter anal interno a ambos lados del canal anal, para de esta manera lograr una relajación del esfínter interno, y de esta manera lograr disminuir el dolor, y permitir una mejor cicatrización de la fisura.
Existen varios estudios en la literatura que muestran la eficacia de la terapia con TB.
Es fundamental realizar un estudio diagnóstico adecuado para identificar de forma apropiada en qué pacientes estaría indicado realizar un tratamiento mediante la inyección de Toxina Botulínica.
La rinoplastia es una cirugía que se realiza con la finalidad de reparar o remodelar los defectos propios de la nariz. El objetivo principal de este procedimiento es buscar una armonía facial, porque no se trata únicamente de reducir o aumentar el tamaño de la nariz, sino de adaptarla a las facciones y características propias de cada persona.
Hay quienes acuden a esta operación quirúrgica para ayudar a aliviar algunos problemas respiratorios, como nariz obstruida por tensión excesiva o desviación del tabique nasal. En este caso se trata de una septoplastia, y aunque su procedimiento sea diferente al de una rinoplastia, ambas operaciones pueden realizarse en la misma intervención quirúrgica.
Entre los principales motivos de los que acuden a una rinoplastia estética se encuentran reducir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del puente nasal, reducir la abertura de las fosas nasales, cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior y corregir un defecto o lesión congénitos.
Algunos de los defectos estéticos a los que se enfrenta la rinoplastia son la giba ósea, el hueso que sobresale del dorso de la nariz de una forma curva, las desviaciones hacia la derecha o izquierda de la totalidad de la nariz, las malformaciones congénitas, como las secuelas del labio leporino y paladar hendido y las adquiridas por traumatismos y enfermedades.
Planas afirma que este procedimiento quirúrgico se puede realizar de dos maneras:
El procedimiento suele tardar de una a dos horas. Al empezar, puede aplicarse anestesia general o local, dependiendo de lo que indique el cirujano o prefiera el paciente, se aplica anestesia general. Normalmente se insensibilizan únicamente la nariz y el área circundante, y por lo tanto el paciente permanece despierto durante la operación, aunque probablemente sedado.
Una vez dormida el área que corresponda, se hace una incisión dentro o fuera de las fosas nasales, dependiendo del tipo de cambio que haya decidido el paciente. Para conservar la nueva forma de la nariz, se puede colocar una férula en el exterior de la nariz. También es común la colocación de unas férulas plásticas suaves o tapones nasales para ayudar a mantener estable la pared divisoria entre las vías respiratorias.
Normalmente el paciente podrá volver a su casa ese mismo día, aunque lo común es que sufra de un gran dolor de nariz y cara, ya que permanecerán hinchados durante unas horas. Si se le ha colocado un tapón nasal este se podrá retirar después de tres a cinco días.
Al principio el paciente tendrá que permanecer en reposo relativo ingiriendo abundantes líquidos y haciendo uso de analgésicos, además de los medicamentos prescritos.
Sin embargo, la cicatrización es un proceso lento y gradual por lo que para una completa recuperación habrá que esperar varias semanas e incluso meses. Para poder disfrutar los resultados finales será necesario esperar hasta un año.
Entre los riesgos habrá que incluir aquellos comunes a cualquier cirugía: el sangrado, la infección y los hematomas; los propios de la anestesia: reacciones a los medicamentos y problemas respiratorios. También cabe la posibilidad, como en toda cirugía estética, de que el resultado sea insatisfactorio.
Además, después de la cirugía es posible que aparezcan puntos rojos diminutos sobre la superficie de la piel, fruto de la rotura de los pequeños vasos sanguíneos. Estos generalmente son minúsculos, pero permanentes. Planas afirma que, también, “pueden aparecer pequeñas venitas en la piel de la nariz que generalmente son transitorias”, esta complicación es muy rara, aunque puede suceder en cualquier cirugía.
Por último, existe la posibilidad de tener que practicar un segundo procedimiento para corregir una deformidad menor o resolver problemas que no se han resuelto en la primera cirugía. En este caso habría que realizar una rinoplastia secundaria o rinoplastia revisional.
La reconstrucción de la mama tras su extirpación por cáncer de mama u otra enfermedad (mastectomía) es uno de los procedimientos quirúrgicos actuales dentro de la cirugía plástica más gratificantes para la paciente.
El desarrollo de nuevas técnicas y materiales médicos posibilitan al cirujano plástico crear una mama similar en forma, textura y características a la mama no operada.
La reconstrucción mamaria tiene como fin:
Casi todas las mujeres mastectomizadas pueden, desde el punto de vista médico, considerarse candidatas para reconstruirse la mama, la mayoría de ellas en el mismo momento de la mastectomía.
La candidata óptima para reconstrucción es aquella mujer a la que se le puede eliminar completamente el tumor durante la mastectomía y no precisará tratamiento complementario de quimioterapia y radioterapia.
Cuando la mama se reconstruye a la vez que se realiza la mastectomía (técnica denominada reconstrucción inmediata), la paciente se despierta de la intervención con un contorno mamario adecuado, evitando la experiencia de verse con la mama amputada; el beneficio psicológico de esta técnica es claro.
En algunos casos, sin embargo, la reconstrucción puede o debe postponerse (técnica denominada reconstrucción diferida).
Tan pronto como una mujer es diagnosticada de cáncer de mama, ésta debe informarse sobre las posibilidades de reconstrucción. El cirujano que realiza la mastectomía, el oncólogo y el cirujano plástico deben coordinarse para desarrollar una estrategia encaminada a lograr el mejor resultado posible.
El cirujano plástico es el especialista, que por su formación (especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) posee los recursos técnicos y estéticos adecuados para reconstruir una mama con un aspecto natural.
La reconstrucción mamaria está incluida dentro del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social, siempre y cuando ese hospital posea un equipo de cirugía plástica. La mayoría de los seguros privados también incluyen este tipo de intervención dentro de su catálogo de servicios.
Es la más empleada y consiste en estirar la piel de la mama que se ha extirpado y, posteriormente, colocar una prótesis.
Después de la mastectomía, el cirujano plástico coloca un expansor debajo de la piel y músculos del pecho. A través de un mecanismo de válvula enterrado bajo la piel, se introduce una solución de suero salino una vez a la semana, durante varias semanas, hasta rellenarlo. Una vez que la piel de la región del pecho ha dado de sí lo suficiente, se retira y se sustituye por una prótesis mamaria de silicona definitiva. Existen determinados expansores que están diseñados de tal manera que permiten ser mantenidos como implantes definitivos.
Ambas intervenciones se realizan bajo anestesia general, con una estancia hospitalaria breve, entre 24 y 72 horas.
Si la otra mama es demasiado grande, demasiado pequeña o está muy caída, puede ser necesario reducirla, aumentarla o elevarla, o vaciarla y reconstruirla a la vez que se reconstruye la otra, para conseguir un resultado simétrico. El pezón y la piel de alrededor (areola) se reconstruyen después, mediante anestesia local y sin ingreso.
Las prótesis empleadas en este tipo de reconstrucción tienen el exterior de elastómero de silicona y el interior de gel de silicona médica. Tiene dos posibles formas anatómica (la más utilizada en reconstrucción) y redonda. No se ha demostrado ninguna relación entre el cáncer de mama y el empleo de prótesis mamarias; tampoco se ha demostrado una relación clara con enfermedades autoinmunes y reumatológicas, aunque no se deben colocar en pacientes con familia con enfermedades reumatológicas graves (artritis reumatoide, esclerodermia, lupus eritematoso). Su utilización está aprobada en todos los países Europeos.
La molestia que comporta tener los brazos flojos o arrugados puede afectar a la confianza en uno mismo. Camuflar los brazos inestéticos limita considerablemente las posibilidades de vestuario.
Cuando se produce una relajación importante de los tejidos, un exceso de piel y un excedente de grasa en la cara interna de los brazos, puede que la cirugía estética os ayude.
La piel de la cara interna de los brazos se ve muy solicitada por los movimientos repetidos de los brazos, por la gravedad, pero también por otros factores que contribuyen a la aparición de una ptosis cutánea.
El envejecimiento induce de forma natural una infiltración de grasa y una pérdida de firmeza.
En general, el brazo no recupera su forma original, dado que la piel puede tardar muchos meses en volverse a contraer ajustándose a los nuevos volúmenes tras el adelgazamiento. Cabe señalar que también puede tratarse de una mala retractación cutánea tras una liposucción del brazo, donde se requiere un lifting de la piel.
También juega un papel importante en esta relajación de los brazos.
Cada técnica se adapta a la figura de cada caso. Se han descrito diferentes técnicas. La localización de la cicatriz así como su longitud dependerán de la importancia de la distensión cutánea a corregir.
Se trata de casos raros donde el exceso de piel es menor. Entonces, la retirada del excedente cutáneo se efectúa mediante una pequeña cicatriz de incisión disimulada en un pliegue de la axila.
Se trata del lifting de brazo que se lleva a cabo con mayor frecuencia. Se retira el exceso de piel en el eje longitudinal y transversal de la cara interna del brazo.
Este lifting se reserva a los pacientes que presentan brazos muy dañados y combina las dos cicatrices de incisión comentadas anteriormente (en este caso la cicatriz tiene forma de «L» o «T»).
Como cualquier cirugía, la braquioplastia comporta una cicatriz. Esta cicatriz dependerá de la técnica utilizada (ver más arriba). De este modo, la intervención debe aportar una mejora significativa para estar justificada.
El aspecto definitivo de la cicatriz es apreciable un año después de la intervención. Se requerirá un cuidado minucioso y se deberá evitar la exposición de la cicatriz a los rayos ultravioleta (o protegerla con pantalla total de factor 50) durante todo un año.
Se requieren de una a dos consultas con el cirujano plástico. Se realiza un examen clínico, se lleva a cabo un chequeo completo preoperatorio según las prescripciones y se realiza una visita con el anestesista al menos 48 horas antes de la intervención.
Se debe preparar un presupuesto así como debe firmarse un consentimiento informado. Se prohibirá fumar al menos durante todo un mes antes de la intervención, así como tampoco podrán tomarse aspirinas ni antiinflamatorios durante al menos 10 días antes de la braquioplastia. Es obligatorio que transcurra un plazo de reflexión de 15 días entre la primera consulta y la braquioplastia. Asimismo, se realizan fotografías médicas de forma sistemática antes de la intervención.
La anestesia siempre es general en caso de una intervención de braquioplastia. La duración de la operación puede ser de 1,30 a 2 horas. La hospitalización se realiza de forma ambulatoria, es decir, se entra y sale el mismo día de la intervención.
Sin embargo, en algunos casos, la hospitalización a veces requiere 24 horas (con una noche de hospitalización) si el cirujano plástico lo considera necesario.
Como cualquier intervención quirúrgica, con intención estética o no, la braquioplastia es una intervención que puede presentar riesgos.
Aunque son raros, el cirujano y el anestesista deben plantear todos los riesgos de forma conjunta en las consultas preoperatorias: accidente tromboembólico (flebitis, embolia pulmonar), hematoma que puede justificar la vuelta urgente al quirófano, una infección que puede requerir un drenaje quirúrgico y un tratamiento mediante antibióticos, retraso de cicatrización debido a una desunión cicatrizal o a una necrosis cutánea, problemas transitorios de la sensibilidad…
Los exámenes preoperatorios y un control regular postoperatorio permiten anticipar estos riesgos.
Tras la intervención, es posible una falta de socialización que no sobrepase una semana. Dejar de trabajar dependerá de la profesión que ejerza el paciente. El paciente deberá llevar una prenda compresiva durante 3 semanas para que las zonas tratadas se dibujen lo más rápidamente posible.
Los dolores de leve a moderados se atenúan con la toma de analgésicos simples. Aparecen hematomas (morados) y se difuminan en unos diez días. Se prescriben anticoagulantes para 15 días.
La vuelta a las actividades físicas puede hacerse al cabo de un mes y medio. El resultado empieza a definirse al cabo de 15 días, pero habrá que esperar 3 meses hasta que se complete, el tiempo necesario para que los tejidos se flexibilicen y se reabsorban los edemas posteriores a la intervención.
Siempre relacionamos el daño con el envejecimiento cutáneo, pero una parte muy importante y visible del daño solar son también las manchas que, aparte de antiestéticas, pueden ser dañinas y hasta muy peligrosas, pues pueden volverse cancerígenas.
Hemos de diferenciar dos tipos principales de manchas, los lentigos, en los que aumenta el numero de melanocitos, y así al estar pigmentados se ven como manchas. Son directamente relacionados con el exceso de exposición solar y el paso del tiempo.
Los melasmas son debidos más habitualmente a cambios hormonales, como el embarazo, la toma de anticonceptivos… También debido a la toma de determinados fármacos, que pueden ser antibióticos, antiacné, diuréticos… por eso, es preferible consultar al farmacéutico sobre la fotosensibilidad del mismo.
La melanina se forma como protector natural de la piel frente a la exposición solar. El precursor de esta sustancia es el aminoácido tirosina.
Lentigos solares
Son lo que entendemos como manchas típicas del sol, son manchas oscuras y marrones, son planas y suelen ser irregulares. Aparecen en las zonas más expuestas al sol, sobre todo en la cara, escote y manos, por lo que, como comentábamos, están directamente relacionadas con el tiempo de exposición al sol.
Algunas personas las confunden con las pecas, pero son de aparición espontánea, son más grandes y forman como una placa. Las pecas son más pequeñas y suelen ser congénitas. Son las que denominamos también lentigos simples.
Los lentigos solares también se pueden denominar léntigos seniles o manchas hepáticas (no tienen nada que ver con el hígado), y generalmente aparecen a partir de los 60 años. Estas manchas son planas, irregulares, de tono marrón y se ven claramente , son fácilmente definibles.
Estas manchas no desaparecen solas, ni con cosméticos, por lo que es preciso el tratamiento médico, tanto el láser como la criocirugía, con nitrógeno líquido:
Crioterapia: se trata de congelar, generalmente se usa el nitrógeno líquido. De este modo, el lentigo se descama y se cae como si se tratara de una verruga, aunque algunas veces es necesaria más de una aplicación.
Láser: generalmente se utiliza el laser Erbio-Yag, Alejandrita o Q-Switched. Los aparatos láser actúan solo frente a la mancha de la piel, ya que captan el color de la melanina; una vez aplicado éste, la mancha cambia y se produce una costra, una lesión que, a los pocos días, hay que cuidar utilizando una crema cicatrizante, y evitar absolutamente la nueva exposición solar. Es mucho mas fácil eliminar con láser un lentigo oscuro que claro, que tenga más contraste con la piel.
¿Y los melasmas?
Los melasmas son diferentes. Aparecen por un aumento de la producción de la melanina, sobre todo en las zonas donde está más expuesto al sol. Realmente no tienen edad y pueden aparecer desde los 20 años aproximadamente.
Están más relacionadas con factores hormonales, como anticonceptivos, embarazo, lactancia… También a la toma de fármacos foto-sensibilizantes (diuréticos, algún antibiótico), o productos tópicos como algunos cosméticos o los perfumes.
El cloasma del embarazo también es un tipo de melasma, suele aparecer en le bigote, mejillas y frente.
Este tipo de manchas algunas veces es más o menos superficial, sobre todo dependiendo del tiempo de existencia de esta mancha. Los melasmas más profundos o dérmicos serán más difíciles de eliminar, ya que son más profundos, y ha de renovarse toda la piel y hasta la aparición de las capas más blancas.
Los tratamientos para eliminar las manchas son algo diferentes, ya que al no estar tan localizadas, y al ser algunos de ellos más profundos, el tratamiento también va a ser algo más lento.
-Si acudimos al médico, el profesional puede aplicar un láser tipo ablativo, más o menos profundo, como puede ser el Fraxel. Este ha de aplicarse en varias sesiones.
-También podemos eliminarlos con tratamiento tópicos, tanto en casa como en el centro de estética o en el médico, todo depende de la potencia de exfoliación de estos.
-Generalmente, cuanto más antigua y profunda es la mancha, más costará eliminarla. Igualmente, mientras estamos aplicando los tratamientos antimanchas es importante que no nos expongamos al sol, ya que volverá a salir de nuevo, al estar más sensibilizada por los tratamientos despigmentantes.
-Cuando estamos en el tratamiento, se ha de usar siempre pantalla total. Generalmente se suelen combinar con productos que estimulen la renovación celular con los que van a blanquear la piel, así conseguimos que el efecto sea más rápido. Por ejemplo, usar AHA, como el ácido glicolico o el retinol. Y los blanqueadores como la Hidroquinona 3- 5%, el ácido fítico o el ácido Kójico.
La hidroquinona
Se trata de un fármaco y es altamente potente. Muchos médicos lo recetan en combinación de algún ácido, para que lo preparen en la farmacia a modo de fórmula magistral, pudiendo así modular la dosis dependiendo de la mancha, y tipo de piel. Aunque generalmente se usa de 2-4%
Acido Kójico
Este es un activo cosmético y no precisa receta médica para su utilización. Conocido por el mercado japonés, se trata del extracto de unas setas, al fermentar los azúcares de la misma. Actúa inhibiendo la tirosinasa, ésta es la enzima involucrada en la formación de la melanina, transformándola de la tirosina.
Acido Fítico
Es un tipo de ácido que se encuentra de forma natural en las cáscaras de cereales, nueces y alguna legumbre, que bloquea la absorción de hierro y cobre para la producción de la melanina, en concentraciones al 2 o al 4%.
Acido Ferúlico
Es un antioxidante de origen vegetal derivado del ácido hidroxicinámico que suele estar incluido en los cosméticos despigmentantes, junto con el ácido kójico o fítico.
L-Arbutina
Está en muchos de los componentes inhibidores de la melanina, ya que actúa de forma similar a la hidroquinona, pero de forma natural y más suave. Se extrae de la Gayuba o Uva Ursi, concretamente de sus hojas, y actúa inhibiendo la producción de la tirosinasa, la enzima responsable de la producción de la melanina.
Acido Glicirretico
Se extrae del regaliz. También conocido como enoxolona, es altamente antiinflamatoria y calmante de la piel, por lo que se suele utilizar en las formulaciones para despigmentar, al contrarrestar la acción irritante de los exfoliantes y blanqueadores. Igualmente por sí mismo tiene acción inhibidora de la tirosinasa.
Acido Azelaico
Natural del trigo, cebada y centeno. Es muy habitual sobre todo a nivel médico para eliminar melasmas, ya que es bastante irritante. También se le conoce como ácido nonanodioico. Disminuye la melano-génesis e inhibe los melanocitos activos.
Acido Cítrico
Se suele incluir en los despigmentantes, como la vitamina C
Manchas malignas
Es importante que visitemos con urgencia al médico cuando sospechamos de algún lentigo maligno. Estas manchas suelen aparecer en las partes más expuestas al sol. Generalmente suele ser después de exposiciones reiterativas al sol. Aunque hay más factores que pueden influenciar, el sol es el principal motivo.
A diferencia de las otras manchas o léntigos, esta crece de forma interna, profundamente. En la parte externa, podemos observar algún nódulo saliente, rojez, picores, contorno irregular, y hasta alguna pápula o ampolla.
Toma nota
Lo ideal para evitar las manchas es evitar el sol, pero también lo podemos evitar aplicándonos un filtro solar de alta protección, cada dos horas de exposición solar.
Cuando ya ha aparecido la mancha, si vemos que son oscuras, y más definidas, es probable que se trate de un léntigo solar. Entonces es preferible acudir al dermatólogo. Aunque hay tratamientos tópicos, ahorraremos tiempo y dinero si en una o dos sesiones el dermatólogo las elimina.
Sin embargo, muchas veces, aparecen manchas más claras y difusas, son los melasmas, que suelen aparecer en el mismo sitio, muchas veces cada año, son muy diferenciables. Con este tipo de manchas, para eliminarlas, lo básico es la paciencia y la constancia.
Es conveniente aplicar sérum o cremas despigmentantes diariamente, dependiendo lo antiguas que sean, entre uno y tres meses seguidos. Es probable, dependiendo del tipo de crema que vayamos a usar, que se irrite algo la piel.
Si se irrita demasiado, es preferible detener el tratamiento y volver a empezar cuando la piel esté mejor y reparada.
Esta irritación nos indica que es importantísimo que no nos de el sol cuando estamos en medio de un tratamiento. Los tratamientos despigmentantes han de aplicarse con la piel limpia y justo después de limpiarla, no después de las cremas hidratantes. Si es muy potente, aconsejo usarla durante la noche, y durante el día una crema hidratante con color y filtro solar.
El aumento de mamas, o mamoplastia de aumento, es un procedimiento para remodelar la forma del seno con el fin de hacerlo más grande. El procedimiento puede también realizarse para reconstruir el seno después de una cirugía del seno.
Un implante de seno es un armazón relleno de gel de silicona o solución salina:
No existe ninguna evidencia de que los implantes de seno afecten a la fertilidad, al embarazo o a la capacidad de amamantar. Sin embargo, si ha estado amamantando a un bebé durante un año antes del aumento de senos, puede producir leche durante unos cuantos días después de la cirugía. Esto puede provocar alguna molestia, pero puede tratarse con los medicamentos que su médico le recete.
Acerca del procedimiento:
Aunque cada procedimiento varía, normalmente las cirugías de aumento de senos siguen este proceso:
Las opciones de las instalaciones pueden incluir:
Las opciones de anestesia pueden incluir:
Promedio de duración del procedimiento: Aproximadamente dos horas.
Ubicación de la incisión:
El método de inserción y colocación del implante depende de la anatomía de la paciente y de la recomendación del cirujano. La incisión puede hacerse:
Trabajando a través de la incisión, el cirujano levanta el tejido y la piel del seno para crear un bolsillo, justamente detrás del tejido del seno o debajo del músculo pectoral en la pared torácica. Los implantes se centran debajo de los pezones.
Período de recuperación:
Cuando se retira el vendaje, se le puede proporcionar a la paciente un sostén quirúrgico. Los puntos de sutura pueden retirarse en una semana aproximadamente.
Preocupaciones acerca de los implantes de senos
En una operación para aumentar los senos, el cirujano introduce un implante debajo del seno. En el pasado, los implantes estaban hechos de silicona; sin embargo, a causa de la controversia en torno a los implantes de silicona y su efecto en el cuerpo, los cirujanos actualmente utilizan implantes rellenos de una solución salina. Los nuevos implantes fabricados con una sustancia que puede ser absorbida por el cuerpo en caso de rupturas o escapes actualmente están en espera de la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration, su sigla en inglés es FDA).
La utilización de plasma rico en plaquetas es muy reciente. Su primer uso fue en el campo de la odontología, para la realización de implantes bucales. El resultado tras emplear plasma rico en plaquetas fue un implante dental perfecto.
Después se utilizó en traumatología para tratar fracturas conminutas, es decir, “hechas cachitos”. Estos resultados tan extraordinarios hicieron que la técnica se extendiera a otras aplicaciones y disciplinas médicas. De ahí que, por ejemplo, los oftalmólogos empezaran a utilizar los factores de crecimiento para curar úlceras corneales y otras lesiones oculares y que en el campo de la medicina estética, desde hace algo más de tres años, se emplee para regenerar y rejuvenecer la piel, entre otros usos.
Las plaquetas liberan los factores de crecimiento que se encargan, fundamentalmente, de estimular la regeneración celular, aumentar la formación de nuevos vasos sanguíneos y producir nuevo tejido. Es decir, activan el organismo en la zona donde se liberan ayudando a reconstruir el tejido dañado, efecto reparador que se aprovecha para rejuvenecer la piel. Uno de esos factores, el llamado factor de crecimiento epidérmico, fue el primer polipéptido aislado y caracterizado como factor de crecimiento y es capaz de inducir la proliferación de queratinocitos y fibroblastos, estimular la angiogénesis y aumentar el grosor de la piel, devolviéndole su elasticidad y firmeza, además, aumenta la vascularización de la zona donde se aplica, favoreciendo la aparición de nueva piel, disminuyendo los efectos sobre la misma de la oxidación celular y eliminando las arrugas.
El PDGF tiene un papel importante en la embriogénesis, en particular en el desarrollo del riñón, vasos sanguíneos, pulmones y sistema nervioso central. En estos órganos, el PDGF es importante para las células derivadas del tejido conectivo, entre ellas los pericitos, los fibroblastos alveolares, las células mesangiales del riñón y las células glía. También el PDGF tiene un papel importante en la curación de heridas en el adulto, ya que estimula la mitogénesis y quimiotaxis de los fibroblastos y células musculares lisas. También estimula la quimiotaxis de los neutrófilos y los macrófagos.
La razón por la que a veces se utiliza ozono con los factores de crecimiento, es porque es un potente desinfectante, antibacteriano, antivírico y antimicótico y además posee una extraordinaria capacidad antioxidante y por lo tanto, al tiempo que estimula la desintoxicación ayuda a oxigenar el tejido. Si el paciente ya está recibiendo sesiones de ozonoterapia se reserva una pequeña cantidad de su sangre y se utiliza para extraer las plaquetas partiendo de esa sangre ya ozonizada. La otra opción, si el paciente no está sometiéndose a un tratamiento de ozonoterapia, es proceder a la extracción de un poco de sangre, obtener las plaquetas y luego ozonizarlas en el interior de la propia jeringa que se utiliza para la reinyección en la piel.
Aunque la utilización de factores de crecimiento por sí solos permite ya obtener resultados excelentes, los casos en los que se enriquece con ozono se debe a otras razones, por ejemplo para aquellos casos en los que se necesita un apoyo extra para lograr la regeneración de la piel, este es el caso de los fumadores o de los que sufren un grave envejecimiento de la misma por excesiva exposición al sol.
Una vez el paciente está en la consulta se le aplica en la zona a tratar una crema anestésica y se deja que actúe unos minutos, tiempo en el que permanece tranquilamente relajado. Luego se le extrae un poco de sangre a fin de obtener, casi sobre la marcha, el concentrado de plaquetas necesario. Y una vez conseguido el plasma rico en factores de crecimiento, se ozoniza en la misma jeringuilla y luego se introduce en la dermis mediante microinyecciones repartidas en esa zona. Terminada la aplicación se procede a poner un producto relajante y descongestivo en la piel tratada. En total, desde que el paciente llega hasta que se marcha puede pasar algo más de una hora.
Es fácil de aplicar, porque se puede realizar en la consulta sin peligro para el paciente o el médico. Y no tiene efecto secundario alguno ya que es un implante autólogo. Por tanto, no hay posibles reacciones alérgicas. El único posible “inconveniente” es que, aunque las plaquetas se inyectan en la piel con una jeringuilla muy fina, puede notarse tras el tratamiento algún pequeñísimo punto morado dejado por la aguja en la zona tratada, pero desaparece rápidamente.
Todas las pieles se benefician del tratamiento, aunque es casi más espectacular en las pieles muy dañadas, que en las que no lo están tanto. Siempre se obtiene una mejoría notable en la calidad de la piel pero, evidentemente, no es lo mismo tratar una de 35 años bien cuidada, que una de 60 que nunca se ha cuidado o está estropeada por los efectos del tabaco o del sol. La piel, cuanto más joven es, mejor responde. Hay que tener en cuenta que no es un tratamiento cosmético que actúa desde fuera. Es un tratamiento natural y fisiológico que utiliza las propias proteínas de nuestro organismo, seleccionadas y concentradas, para que reparen el daño producido por el paso del tiempo o por las lesiones solares.
Hay que tener paciencia. Los factores de crecimiento tienen que actuar estimulando el tejido; por tanto, no hay un resultado instantáneo. Los efectos aparecen con el paso de los días y aumentan a medida que éstos transcurren.
Cuando se usan plaquetas ozonizadas el tratamiento se repite cada dos meses a fin de permitir que la piel se regenere. Normalmente bastan 21 días entre sesión y sesión, pero con la ozonización la estimulación es muy intensa y por eso se deja pasar más tiempo, para que se estabilice la regeneración y así volver a estimular sobre un tejido de mejor calidad.
En primer lugar el médico que va a realizar la técnica debe explorar la movilidad de los músculos de expresión faciales y cervicales y valorar cuáles de ellos son más potentes y generan más arrugas de expresión o bien tiran para abajo del rostro haciéndolo más maduro.
Esto se realiza pidiendo al paciente que gesticule con gestos como poner cara de enfado, cara de que molesta el sol y otros.
Con esta exploración es posible además explorar asimetrías, parálisis, hipertonías, músculos agonistas y antagonistas.
El médico realizará la marcación de los puntos a inyectar, y el número de unidades de toxina botulínica que precisa colocar en cada punto.
A continuación se limpia la piel y se enfría con Cold-Pack. Posteriormente se procede a la inyección con aguja fina en los puntos que previamente se hayan marcado.
El tiempo total de la técnica es de aproximadamente 20 minutos.
Posteriormente se le indica al paciente que no se frote la zona en unas horas para evitar que el preparado difunda a zonas distintas a las inyectadas, ni se tumbe durante las 8 horas inmediatas a la realización de la técnica.
Muchas personas necesitan cirugía estética, pero no sólo por capricho de una de ellas, sino porque de verdad lo necesitan para acabar con algún defecto físico que puedan tener y que les cause problemas (entrando ya en el campo de la cirugía reconstructiva). Este es el caso de aquellas personas que sufrieron grandes quemaduras en alguna zona de su cuerpo o simplemente una gran cicatriz que quieran ocultar.
Con la cirugía es posible reducir su apariencia y hacer que se vea como la piel sana, la cual nunca ha sufrido ningún daño. Muchas personas tienen la esperanza de que su cicatriz desaparezca para siempre, pero un cirujano sólo hará que disminuya notoriamente su visibilidad y hasta hacerla casi imperceptible, pero nunca eliminarla por completo.
Para eliminar cicatrices existen varios métodos por los cuales se puede hacer que su visibilidad sea la menor posible. Muchas veces se puede tratar de un buen maquillaje para la misma el cual aplicarán en la clínica que tu elijas dándote un aspecto natural a tu piel.
En las grandes cicatrices que requieran un procedimiento más laborioso, necesitarás de anestesia general y hasta quedarte internado en la clínica algunos días para controlar que todo sea haya hecho perfectamente y no surjan complicaciones.
Hoy en día existen muchas técnicas modernas que pueden cambiar el largo, ancho o la dirección de las cicatrices y hasta mejorar su profundidad o altura de aquellas que sean muy prominentes, y más en alguna zona muy visible para todo el mundo como por ejemplo, el rostro. Por más pequeña que sea la cicatriz, se trata de un procedimiento importante y delicado, ya que se busca el mejor resultado posible. Por este motivo la comunicación entre el paciente y el médico es muy importante, ya que el paciente debe manifestar cómo se siente con respecto a su cicatriz y cómo quiere que luzca luego de la operación; y el médico tendrá que explicar cada paso del procedimiento que realizará, los problemas que pueden surgir durante y luego de la operación reconstructiva y hasta explicar cómo será el resultado final de la eliminación de cicatrices.
Las distintas técnicas que pueden llegar a usarse en una cirugía reconstructiva de tratamiento de cicatrices son: Dermoabrasión, Microabrasión y Láser. Estos métodos también se utilizan para eliminar las cicatrices que ha dejado el acné en el rostro de las personas, lo cual es muy efectivo y deja la piel como nueva sin esos “pocitos” que tanto molestan en las mejillas.
La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico mayor cuya finalidad es extirpar el exceso de piel y grasa de la parte media y baja del abdomen y reforzar la musculatura de la pared abdominal.
Este procedimiento puede reducir drásticamente el aspecto abombado del abdomen (coloquialmente conocido como «tripa»). A cambio, deja una cicatriz permanente que, dependiendo de la extensión del problema original y de la cirugía requerida para corregirlo, puede ser más o menos larga.
Los candidatos ideales para someterse a una abdominoplastia son aquellas mujeres u hombres que tienen una silueta relativamente buena pero que están preocupados por la acumulación de grasa o por el exceso de piel en el abdomen y que no mejora a pesar de la dieta o el ejercicio físico.
Esta cirugía es especialmente útil en mujeres que han tenido varios embarazos, tras los cuales la piel y músculos abdominales se han relajado y no han recuperado su tono inicial. También puede mejor la pérdida de elasticidad de la piel en gente mayor, situación frecuentemente asociada a una obesidad moderada.
Aquellos pacientes que deban perder mucho peso deben posponer la cirugía, al igual que las pacientes que pretendan tener futuros embarazos, ya que durante la cirugía se tensan los músculos verticales del abdomen y pueden volver a relajarse en el transcurso de éste. Si existen cicatrices previas en el abdomen, esta cirugía puede estar contraindicada o las cicatrices pueden cambiar de posición. En otros casos, esta cirugía consigue eliminarlas.
Una abdominoplastia completa suele durar entre 2 y 4 horas, dependiendo de la cantidad de corrección necesaria. Una mini-abdominoplastia suele durar entre 1 y 2 horas. La abdominoplastia se realiza a través de una incisión larga de una cadera a la otra, justo encima del pubis. Se realiza una segunda incisión alrededor del ombligo, para poder separarlo de los tejidos de alrededor.
En la mini-abdominoplastia se emplea una incisión mucho más pequeña, también encima del pubis, no siendo necesaria la incisión alrededor del ombligo , que en algunos casos puede ser descendido al estirar la piel.
A continuación, se separa la piel de la pared abdominal hacia arriba hasta alcanzar las costillas, exponiendo los músculos abdominales. Estos músculos son tensados y unidos en la línea media, proporcionando así una pared abdominal firme y una cintura más estrecha. La piel separada es estirada en dirección al pubis y la piel sobrante extirpada; el ombligo se coloca en su nueva posición.
Finalmente se realizan las suturas y se coloca un vendaje y un tubo de drenaje temporal para eliminar el exceso de fluidos que pueda acumularse en la zona intervenida. En la mini-abdominoplastia, la piel se separa solo entre la incisión y el ombligo, se extirpa la piel sobrante y se realizan las suturas
Todos los años se realizan cientos de abdominoplastias con éxito. Cuando es realizada por un cirujano plástico cualificado los resultados suelen ser muy buenos. Sin embargo, siempre que se realiza una cirugía existen riegos, al igual que complicaciones relacionadas con este procedimiento en concreto.
Las complicaciones tras la cirugía, como la infección o los trombos venosos pueden ocurrir, pero son raros. La infección se resuelve con antibióticos y drenaje, pero prolongará la estancia en la clínica. Los trombos venosos se previenen moviendo las piernas y levantándose tan pronto como lo permita la cirugía.
Una mala cicatrización puede producir una cicatriz de mala calidad que, a veces, precisará una segunda cirugía. Los fumadores deben dejar de fumar unas semanas antes de la cirugía y deben ser advertidos de que el tabaco aumenta la posibilidad de complicaciones y retrasa la cicatrización.
Se puede reducir el riesgo de que surjan complicaciones siguiendo cuidadosamente las instrucciones que le dé su cirujano plástico antes y después de la cirugía, en especial aquellas que se refieren a cuándo reanudar la actividad física.